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FELIPE DE ESPAÑA: EL PAPÁ MÁS AMOROSO DE LA REALEZA

Corre si alguna de sus dos hijas lo necesita, y no vacila en subirlas a su espalda en algún paseo familiar. Leonor y Sofía lo tutean y conocen sus gustos perfectamente. Por ejemplo, para su cumpleaños número 47, Sofía le regaló un iPad donde había copiado el himno nacional y algunas de las canciones favoritas del rey.


Por Soledad Miranda

Fotos Getty Images


Cuando el 19 de Junio de 2015 se cumplió el primer aniversario de la proclamación del Rey Felipe VI de España, la Casa Real difundió un documental mostrando un día en la vida del monarca. El video comienza enfocando al rey a bordo de un helicóptero que aterriza en un amplio  prado rodeado de plantas. Se informa que viene llegando de un viaje de dos días a Alemania y ahí, en el pequeño helipuerto del Palacio de la Zarzuela, le están esperando su esposa, la reina Letizia, y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, ambas con sus uniformes del Colegio Nuestra Señora de los Rosales.

Las niñas lo reciben notoriamente alegres de verlo y el rey, que las mira también con mucha atención, aprovecha el minuto para contarles algo de su trabajo. “¿Queréis saber lo que hice hoy”, les pregunta mientras caminan, y ante la aceptación de sus hijas les cuenta que estuvo en la ciudad alemana de Aquisgrán, donde asistió a la ceremonia de entrega de un premio. “Creía que tú dabas los premios”, le comenta inmediatamente la infanta Sofía, a lo que el rey responde: “Esta vez no”. Entonces interviene la princesa Leonor: “¿Y te han dado a ti el premio?”. “No, responde el rey, yo iba de invitado”. “¿Y no puedes darlo tú?”, insiste Leonor, ante lo cual el rey hace un gesto de que no tiene idea. Luego Sofía pregunta de nuevo “¿Qué premio es”? y el padre le dice que se trata del Premio Carlomagno, en homenaje a un rey muy importante que reinó en Europa en el año 800. “¿Antes de Cristo”, pregunta Leonor. “No, después”, le dice el rey inclinándose hacia ella para hacerle gestos de cariños en la cara.

En el breve diálogo se nota que el intercambio de ideas del padre con sus hijas es frecuente y que las niñas expresan lo que quieren con mucha naturalidad y sin ningún protocolo. También se nota que ambas tienen claro en qué “trabaja” su padre.

Letizia interviene con la frase “vamos, chicas”, dando por terminada la escena ante las cámaras, y enfatizando el estilo “plebeyo” con que trata a sus hijas, hace que el grupo entre al hogar de la familia. Este es una mansión de 1.800 metros cuadrados construidos que se conoce como el Pabellón del Príncipe, porque se inauguró mucho antes de la entronización de Felipe, cuando aún era soltero. Se dice que cuando llegó Letizia no cambió nada, solo ubicó sus libros y se esmeró en acomodarse a su nueva vida. En cambio Leonor y Sofía han vivido ahí desde su nacimiento y están acostumbradas a los guardias de seguridad, policías y oficiales de ejército que rodean a sus padres en el día a día.

Al interior de la mansión, la vida transcurre lo más apaciblemente que permiten las actividades de los actuales reyes. Leonor y Sofía tienen un lugar muy importante en esa residencia y, por ejemplo, cuando eran guaguas sus cochecitos se mantenían en la sala de estar, muy cerca de sus padres en los ratos de ocio. Distintos medios españoles han informado que, aunque tienen dos niñeras —una de ellas inglesa que les habla solo en ese idioma—, en días normales los cuatro integrantes de la familia desayunan juntos y es Letizia la que prepara y sirve ese primer alimento del día.

No está claro cuando ni cómo la princesa Leonor se enteró del status de su padre, ni de su propio rol en la institucionalidad española, porque la primera frase más o menos relativa a su vida que dijo se conoció en un diálogo con un compañerito cuando ella iba al jardín infantil. El niño le preguntó por qué aparecía siempre fotografiada “en las revistas que lee mi abuela”, y Leonor respondió: “porque vivo en la casa de un príncipe”, aunque no quedó claro si entendía que ese príncipe era su papá.

La seguridad que rodea a la familia real y el deseo de Felipe y Letizia de que sus hijas tengan una infancia “normal” ha hecho que las niñas no aparezcan mucho en público y que no se vea habitualmente al rey en sus labores paternales; pero amigos de la pareja y algunos empleados cercanos han hecho notar que el monarca adora a sus hijas y se dedica a ellas todo lo que le permite su agenda. Es más, según testigos tiene una opinión diferente a Letizia en cuánto a la exposición mediática que podrían tener sus hijas, pero hasta ahora la reina impone sus restricciones. Por ejemplo, en una misa por el aniversario de la muerte de su abuelo, Don Juan de Borbón, el rey deseaba que Leonor y Sofía asistieran porque se trataba de un acto familiar; pero Letizia no transó.

Más sobre Felipe de España en Revista Vanidades, Junio 2017.

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