Por Margaret Wappler

Fotografías / Tesh

producción /

James Worthington Demolet

Caminando por el loft de Santa Mónica, donde se localizan las oficinas centrales deHonest Company, Jessica Alba se detiene a hablar con dos personas de su staff de 500 integrantes. “Debería decir ‘Hogar feliz’ en vez de ‘Libre de preocupaciones’”, les explica mientras continúa dando más ideas de las frases que tienen que aparecer en el website de la empresa. “¿Libre de preocupaciones? ¿En serio?”, me dice más tarde como la exitosa empresaria que es. “Con esa frase siento que hay preocupaciones en mi hogar”. De acuerdo con los principios de Honest, una casa feliz es una libre de toxinas, y sus productos (desde detergentes hasta pañales, y su más reciente lanzamiento: maquillaje y tampones) son la mejor respuesta en el mercado. Mientras bebemos una copa de vino en un restaurante en Brentwood, esta actriz de 34 años comienza a hablar de negocios. “Lo primero es contar con una ambición”, me comenta acerca de cuando lanzó Honest. “No nos guiamos por disponer de los ingredientes más seguros, sino por el diseño y el atractivo”. Y obtuvieron enormes resultados. Esta empresa, que empezó hace tan solocuatro años, impresionó al mundo entero cuando el invierno pasado, el Wall Street Journal tasó su valor en 1,7 billones de dólares. ¿Y la fortuna personal de Jessica? En 2015, Forbes publicó que era aproximadamente de 340 millones. Y es que esta celeb, que hizo su debut en la serie de Fox Dark Angel, hoy es una consagrada magnate. Aunque son muchos los problemas que se presentan para administrar una empresa, Jessica lo hace ver muy sencillo. La primavera pasada, Honest recibió dos demandas y, a pesar de que los detalles de dichos documentos no los puede divulgar, el impresionante éxito de la compañía le ha dado a esta madre de dos hermosas niñas un nuevo papel. “Siempre quise ser la protagonista de las películas de acción y ser igual de importante que los hombres”, comenta al respecto de su primera carrera. “Fui muy agresiva con mi visión y siempre expresé cómo me sentía”. Por eso, ahora no solo es igual de poderosa que sus pares masculinos, sino que también es capaz de sentarse a la cabecera en cualquier reunión.

 

¿Quieres seguir su camino? Aquí algunos secretos de la mismísima Jessica:

 

INVIERTE DINERO EN TU PASIÓN

“Siempre he sido muy responsable con la plata. Llevo una vida cómoda y estoy muy agradecida, pero no soy ostentosa. Creo que la cosa más irresponsable que he hecho fue cuando invertí en una empresa que no tenía futuro. Durante tres años, Honest no fue nada. No podíamos concretar su lanzamiento. La gente me decía que estaba loca, pero seguí impulsando mi sueño”.

 

LAS PERSONAS ADECUADAS

“Sabía que en Hollywood nadie me ayudaría. La gente que conocía no tenía ninguna idea sobre cómo arrancar un negocio, ni de cómo manufacturar los productos. Principalmente me apoyé en mi esposo (productor de cine y películas, Cash Warren) y su espíritu empresarial. Él me presentó a mi socio (Christopher Gavigan), quien creó el modelo de negocios basándose en mi idea. Pero tomó mucho tiempo y nada se concretó hasta que conseguí a los socios adecuados. Se trata de rodearte de las personas indicadas y que sean más inteligentes que tú. Necesitas visionarios, expertos, de todo”.

 

NO DUDES DE TUS HABILIDADES

“Estoy en un mundo gobernado principalmente por hombres, pero yo sé lo que  quieren las mujeres y ellos, no. Les llevo ventaja. Cuando algún colega me interroga en una reunión, le digo: ‘Pregúntale a tu esposa. Esta es una conversación sin sentido, así que habla con ella’. Cuando analizábamos los diseños de los empaques, pensaba: ‘¿En serio? ¿Me estás dando tu opinión acerca de las cajas para cuidado femenino? No puedo con esto’. Pero me gusta incluirlos, porque el 30% de las veces son ellos quienes van a la tienda a comprarlos. Les pongo todo el escenario completo: ‘Ok, imagina que estás en el supermercado.

¿Cuál preferirías, éste o éste?’”.

 

HABLEMOS DE DINERO

“A las mujeres no se les paga lo mismo que a los hombres. No hay muchas chicas en el mundo de la política o de los negocios. No es justo. Y hasta que no haya igualdad siempre te sentirás en desventaja. Por eso, creo que tiene que existir equidad entre ellos y ellas. Por ejemplo, Jennifer Lawrence. Ha protagonizado varias películas, es el gran atractivo de los cines y es quien encanta al público, incluso más que un hombre. Así que debería ser compensada por esto. Cada vez que encuentro a alguien interesante, ya sea de Hollywood o del mundo empresarial, intento entablar una conversación profunda. Antes era muy tímida. Pasaba vergüenza, creía que los iba a molestar, pero ahora soy más abierta y ya no me siento mal al hacerlo. Por lo general, digo algo como: ‘Oye, deberíamos ir a tomarnos un café. Quiero hablar contigo acerca de esto o de aquello’”.

 

PREPÁRATE PARA LOS GRANDES EGOS

“Algunas personas del entretenimiento son tan famosas que solo se enfocan en ellas mismas. Bueno, pues eso también sucede en los negocios; hay personalidades que creen que todo gira alrededor de ellos. Te incomodan incluso cuando se sientan en la misma mesa contigo. Pero he descubierto que hay varias versiones de mí. He aprendido a elegir mis batallas. En mi infancia, siempre busqué ser más fuerte que los niños. No me bastaba con ser la mejor; los veía a ellos como el estándar. Me gustaba

el béisbol, no el softball. Era muy competitiva con los hombres. Quería ser yo la que decidiera cómo iban a ser las cosas”.

 

CUIDA TU RELACIÓN

“Generalmente, Cash y yo no trabajamos en las noches. Es importarte conectarte con tu pareja y hablar, incluso si solo verán una película. Intentamos estar pendientes de nosotros tanto como podemos. La vida es complicada, especialmente cuando

hay niños involucrados. Mis papás llevan 35 años de casados. No digo que siempre hayan estado felices, sé que en ocasiones era difícil, pero al menos hablaban al respecto. Y creo que esa es la clave”.

 

ADUÉÑATE DE TU FEMINIDAD

“Toda mi vida me identifiqué más con mi lado masculino. A los 20 años era un poco agresiva. Incluso, cuando hice Dark Angel era como Daria: malhumorada y seria. No me encontraba cómoda. Nunca fui esa chica que promocionaban. Me sentía enojada, como una impostora. Hasta que años después aprendí a llevarme bien con mi lado femenino. Cuando cumplí 30, pensé: ‘Oh, soy una mujer femenina y muy sensual. No tengo por qué disculparme por ello’. Pasé mucho tiempo sin entenderlo, pero tuve que

deshacerme de toda la negatividad y ser optimista, porque antes era un vaso medio lleno, pero ahora soy un vaso completamente lleno”.