Primero,dejemos algo en claro: se pronuncia Zen-DEY-ah.

A los 19 años, Zendaya Coleman ha tenido muchas profesiones —actriz, cantante, activista, estrella fashion, productora— y recién está empezando.

 por LAURIE SANDELL

fotografías / JAMES WHITE

producción / AYA KANAI

Pero como está acostumbrada a que las personas digan mal su  nombre, ella solo se ríe. Al ser estrella Disney, Zendaya Coleman está completamente consciente de su rol como modelo a seguir. Por eso, pasó sus últimos

dos cumpleaños motivando a sus miles de seguidores en Instagram para que ayudaran a entregar un año de comida gratis a los niños necesitados y un hogar para tres hermanos de Sudáfrica que quedaron huérfanos por el sida. A sus cortos 19 años, todavía no es tan adulta como para disfrutar de las ocasiones de rebeldía que se le presentan.

Cuando Cosmo la visita en el set de su show K.C. Undercover, levanta una pierna para mostrarnos que está usando calcetines de 40s & Shorties bordados con la frase “Team Fuck You”. “Los uso para los ensayos”, se ríe. “Soy una chica Disney, así que mis malas palabras tienen que ser pequeñas y estar escondidas. Pero ahí están”.

A pesar de lo joven que es, la madurez de Zendaya representa unos veintialgo. “Siempre he tenido un alma vieja”, dice con orgullo. “Nunca fui una niña. Nací con 80 años, como Benjamin Button”. Incluso, en la MET Gala de este año, en la cual llamó la atención al usar un vestido dorado de  una manga de Michael Kors, se lamentó a través de Snapchat por  ser la única persona entre sus compañeros que se sabía toda la letra de I Just Wanna Love U (Give It 2 Me), de Jay Z (la canción salió cuando ella tenía solo cuatro años).

Pero muchas cosas pasaron antes que eso. Zendaya Maree Stoermer Coleman nació en Oakland, California -su padre es de piel negra y su madre blanca- e inmediatamente enganchó con la actuación en el California Shakespeare Theater, donde su mamá trabajaba como encargada.

A los 13 años audicionó para el programa Shake It Up, de Disney Channel, que terminó en 2013. A los 17 ya tenía un disco con su nombre, que incluía el exitoso sencillo Replay, y obtuvo el segundo lugar en Dancing with the Stars. Cuando Disney le ofreció volver a la televisión como protagonista de K.C. Undercover, ella pidió mantenerse como actriz y coproductora del show.

“La única forma de que volviera a Disney Channel era teniendo una posición más poderosa”, cuenta. “Para mí es muy importante que exista diversidad en el canal. Es difícil para alguien joven venir de una etnia distinta, mirar la televisión y no ver a nadie que se parezca a ti. La representación es clave”.

Sin duda, este es el año de Zendaya. Fue nombrada la nueva cara de CoverGirl; Michelle Obama le dio un empujoncito al invitarla a cantar el himno This Is for My Girls como parte de una campaña solidaria; participó en el casting para la próxima película de Spiderman, y su nuevo álbum está en pleno proceso de creación.

Sí, esta it girl ha recorrido un  largo camino desde que irrumpió en Fashion Police del canal E! Recapitulemos: la copresentadora del programa, Giuliana Rancic, dijo que las rastas que usó la chica Disney la noche de los Oscar 2015 olían a “pachulí o marihuana”, poniendo a Zendaya en el centro del debate sobre los estereotipos y prejuicios.

Aunque fue una situación incómoda, ella respondió: “Usar mi pelo con rastas en una alfombra roja así de importante fue para recordarles a las personas de color que nuestro cabello es lo suficientemente bueno”, e incluso aceptó las disculpas de Giuliana en Instagram, posicionándose como una joven con mucha gracia y dignidad. No muy distinta a -¿nos atrevemos a decirlo?- Beyoncé. A lo mejor, Queen Bey también está de acuerdo, sobre todo después de que la eligió para participar en su álbum visual Lemonade. La imagen de Beyoncé sentada junto a ella y otras mujeres de piel negra, como Amandla Stenberg y Chloe y Halle Bailey, será un ícono de Black Girl Magic por siempre.

Si bien la actriz no esperaba ser el foco de las discusiones sobre razas -la más reciente fue cuando aclararon su piel en la portada de la revista W-, ella defiende sus creencias e intuición.

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